nuestro compañero el miedo
por mucho que hagamos, por mucho que consigamos siempre estará con nosotros acompañándonos
aunque por momentos nos deje, o nosotros le olvidemos
siempre vuelve, y solo nos queda amarlo
amarlo y utilizarlo, porque como muchos dicen, es una herramienta buenísima si se la sabe utilizar
el miedo, eso que hace que tu corazón lata más de prisa
que te tiemblen las rodillas, las manos
y hasta los dientes en algunos casos.
y tú, a qué tienes miedo?
Por mucho que queramos clasificarlo, ponerle caras distintas, especificarlo.
cuando hay miedo, es porque tenemos una cuenta pendiente con eso, y cuanto más lo ignoremos, más fuerza le estamos dando.
Mi concepto de miedo abarca, desde el miedo a volar, a cantar en público, a las consecuencias que puede tener revelar algo, etc.
Y alguien puede decirme, y qué tiene de malo sentir miedo?
El miedo es necesario, imprescindible, humano.
Y yo no puedo estar más de acuerdo.
Sin embargo, creo que cuando el miedo que sentimos a algo o por alguien, domina nuestra vida, o un aspecto de nuestra vida, es una alarma que tenemos que escuchar.
Sentir miedo es normal, el punto está en que ese miedo no te corte las alas, no te limite, no te impida ser auténtico, no te impida ser tu mismo.
Es una manifestación inmensa de amor propio, cuando nos decidimos a enfrentar nuestros miedos, no por nada ni por nadie, solo por nosotros mismos, porque nos amamos, y queremos lo mejor para nosotros. Cuando somos capaces de salir de nuestra zona de confort, y decretamos que, or respeto a mi persona, no puedo permitir que esto me perjudique.
es necesario enfrentarlo, y a veces, es imprescindible enfrentarlo.
La pregunta sería, cuanto estás dispuesta ha soportar, a aguantar, a llorar por conseguir sacar lo que eres?
Como quieres o esperas, que la gente de tu alrededor, haga, lo deje o confíe en ti con su vida, si tú no eres capaz ni siquiera de soportar algo que no te gusta, que no te atrae, por ti.
de verdad, te quieres tan poco como para no soportarte en tus peores momentos, como quieres tener amigos incondicionales que estén en las buenas y las malas para ti disponibles, si tú cuando sientes miedo a algo, lo ignoras, no lo trabajas, y te fallas a ti misma.
Recuerda que somos lo que manifestamos, y si te tratas mal, en cualquier aspecto de tu vida, eso lo verás reflejado en tus relaciones con los demás.
Para sacar nuestra mejor versión, para en realidad ser nosotros, ni más ni menos, solo nosotros, vibrar en amor, es imprescindible amarse tal cual se es, y aceptar sus miedos, aceptar que también forman parte de ti, no ignorarlos. Pero eso no es todo.
aceptar que tienes miedo ha algo, solo es el primer paso, es manifestar que tú aceptas tu realidad, que no la repudias, ni la ignoras, que vives el presente y lo aceptas tal cual es.
No obstante, amarse consiste en querer lo mejor para uno mismo, así como las madres cuidan con deboción de sus hijos, y no se limitan ha reconocerles, adjudicándoles un nombre y ya está, los llevan al mejor colegio, le dan la mejor educación que pueden permitirse, y intentan comprarles las mejores ropa.
Pues amarse a uno mismo de verdad y con el corazón, es un pack, en el que vienen incluidas las , ganas de superación, amarse a uno mismo, es apoyarse, es confiar en tus capacidades, porque claro que las tienes, solo es necesario que tú te lo creas.
Amarse es dedicarse tiempo, es reconocer nuestros miedos, y tratar de transformarlos o almenos entenderlos y ayudarnos a superarlos.
amarse a uno mismo es elegir lo que creas que es mejor para ti, sin importar cuanto tengas que hacer para conseguirlo. Amarse a uno mismo, es muchas veces, no elegir lo fácil, lo sencillo, , porque con esa acción estás diciéndole al universo que, no confías en ti para superar ese miedo, que no eres lo suficientemente valiente, que no te ves capaz de poder con eso , y lo que atraes a tu vida son situaciones que remarcan tu convicción, alguien llega y te dice, sí, has hecho bien, todavía no estás preparada para semejante cambio.
Y así, nos vamos minimizando, y luego, comentamos horrorizados, lo egoísta que se ha vuelto la sociedad, pues nadie hace nada por nadie, y no nos damos cuenta de que eso que estamos criticando es ni más ni menos que nuestra manifestación de como somos nosotros, a nivel individual con nosotros mismos. Si nosotros no nos escuchamos, nos damos tiempo, nos abrazamos, con que derecho reclamamos que alguien lo haga. Cada uno recibe lo que da, y no es solo lo que da a los demás, es también y sobretodo, lo que nos damos a nosotros mismos. Porque todo empieza por ti, porque eres tú quién crea tu mundo. Y porque quererte o no quererte solo depende de ti.
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